Alrededor de 2.000 personas, escolares en su mayoría, pero también
ciudadanos de todas las edades, cambiaron la comida de dos platos y postre por
un sencillo bocadillo y un refresco al participar en la Operación bocata en
Santa Marta, la actividad de Manos Unidas que recuerda el hambre en el mundo y
sirve para recaudar dinero para actividades de cooperación en países en vías de
desarrollo. Ayer se recaudaron unos seis mil euros, según calculó el párroco de
Santa Marta, Pedro Antón.Bajo el lema de este año Madres sanas, derecho y
esperanza, que alude al quinto objetivo del milenio, se repartieron 1.600
bocadillos en los institutos de Educación Secundaria, formación profesional,
colegios y centros de educación especial. El resto fue adquirirlo en la iglesia.
La campaña recaudará 8.000 euros, de los que 300 fueron donación del
Consistorio. A.M.R. El Adelanto de Salamanca.
Una gran iniciativa, que lleva funcionando muchos años y a veces se ve empañada por el sentido festivo desmesurado que muchos jóvenes dan a este día tan especial.