Ayer se celebró el día grande de las fiestas patronales de Santa Marta de Tormes. Por la mañana la tradicional misa en honor a nuestra patrona Santa Marta, en la que la edil de festejos Marta Labrador realizó la ofrenda foral. Después, procesión de la Santa por las calles de nuestro pueblo, mucho público, y muchas autoridades abriendo la comitiva, entre ellas el Alcalde Javier Cascante y concejales de la corporación municipal,la banda sonora del evento corría a cargo de Ángel Rufino, El Mariquelo. Terminada la procesión todos al paseo fluvial, al tradicional vino de honor, organizado por la Asociación Navesam, parece mentira que lleven tantos años organizándolo y sigan cometiendo los mismos errores, empujones entre los asistentes y malas caras para conseguir la añorada sangría y el plato de patatas fritas con aceitunas, por falta de vallas que establezcan las zonas de entrada y salida para la recogida. Después las autoridades tuvieron su vino de honor particular en los nuevos jardines del Hogar del Jubilado, siempre ha habido clases.
Por la tarde, novillada y un concierto la Banda de Cornetas y Tambores del Cuartel de Ingenieros de Salamanca, en el templete instalado en la Plaza Mayor, me gustó, aunque por momentos parecía una imagen de la España profunda, entonando algún paso doble, El novio de la muerte de la legión,... solo faltaban las banderas Españolas en los balcones de los edificios. Y los que pudieron a seguir la fiesta por las noches. ¡Viva Santa Marta!
Y por cierto, otros años se podían ver ramos en las puertas y balcones de los edificios, incluso alguno en la Iglesia, pero este año parece que la tradición va a menos y no he visto ninguno, recuerdo cuando se rondaba con canciones y con ramos a las chicas del pueblo, que tiempos.