A la altura de la Plaza del Ángel se encuentraba el chorro, al menos antiguamente recibía ese nombre, por donde se vertía mierda y más mierda, y donde los peces del Tormes se acumulaban para darse el gran festín, y los pescadores aprovechaban para disfrutar de su tiempo libre. Hoy día, se presupone una ausencia de vertidos, ya que todas las aguas residuales de la zona deben ser bombeadas hacia la depuradora, por medio de una instalación de bombeo de aguas camuflada en una especie de mamotreto situado en plena Plaza del Ángel,
pero no realiza muy bien su función, porque podemos observar el mal estado de las orillas y de las aguas del río Tormes a su paso.
(Sillas, una moto ¿eh?, sí, hasta una moto,...)
Una zona de disfrute para los ciudadanos se convierte, sobre todo en verano, en una zona desagradable y mal oliente. No estaría demás que se hiciera una profunda limpieza del fondo del río y de sus orillas, limpiándolas de malezas y residuos. Pero nadie mueve ficha, ni Ayuntamiento ni Diputación.
Que tristeza y lástima ver como Santa Marta tiene unos espacios naturales privilegiados, y pasan y pasan equipos de gobiernos, y ninguno hace nada para conservarlos, mejorarlos y acondicionarlos.